El blog de las cosas que se me ocurren

Tu pasión y tu trabajo: Superando el síndrome del impostor.

Soy músico.

Me di cuenta de esto hace poco tiempo, repasando en silencio la última década de mi vida. Llevo dedicándome profesionalmente al diseño desde que salí de la escuela, hace diez años, y aún así me sigue costando decir que «soy diseñador». Es mi trabajo, sin duda, aunque uno se pierde con la nueva nomenclatura: diseñador de producto, diseñador digital, UX, UI… De alguna manera u otra he tocado todos esos palos. 

Y, a pesar de ello, me sigo sintiendo un intruso. Sufro del famoso síndrome del impostor.

Si este blog fuera de música, os podría hablar sin parar del movimiento post-punk británico, de Hosono, Sakamoto y otros pioneros japoneses de la electrónica, de Moondog, de lo mejor de la discográfica ECM, del screamo francés e italiano de principios de este siglo, de free-jazz y de todo lo que se me pusiera por delante. 

Os hablaría de ello y además no me molestaría ni un segundo en fingir mi parcial desconocimiento de cada tema, pues sería mi opinión y mi opinión me basta. No pretendo ser un experto pero tampoco me importa: la música es mi pasión y hablo de ella con la boca llena y sin mirar atrás. Porque llevo haciendo música desde pequeño y llevo la música dentro.

Es probable que sepa tantas cosas sobre diseño como sobre música. O incluso más. Al fin y al cabo, mi mente vive diariamente en este sector. ¿Por qué me resulta entonces tan complicado hablar sobre ello? Al contrario que con la música, me da miedo equivocarme, temo que me juzguen, y que el veredicto sea: culpable, no tiene ni idea de lo que habla. Sin embargo, no soy un farsante. ¿Por qué debería dudar de mí mismo?

Sé que no soy el único. Cuando leo sobre lo importante que es crear contenidos en internet, de compartir lo que sabes, veo que no paran de surgir voces preocupadas. Voces que dudan de que tengan algo interesante que decir. Voces que titubean ante la gran pregunta: «¿De qué estoy capacitado para hablar?» Y sobre todo: «¿Por qué tendría que escucharme nadie? No soy un experto y hay miles de personas que saben más que yo de esto»… 

Son dudas legítimas, que muchos tenemos, pero que no conducen a nada. A menudo infravaloramos nuestra capacidad porque sólo nos fijamos en la poca gente que está por encima de nosotros. Ciertas cosas nos parecen obvias y damos por hecho que todos las conocen. Y así olvidamos la verdad: Tenemos mucho más conocimiento sobre nuestro trabajo que casi todos.

Tu trabajo no tiene por qué coincidir con tu pasión. Basta con que te guste lo suficiente como para querer aprender algo nuevo cada día. A veces te enfrascarás en proyectos tan estimulantes que te harán recordar por qué empezaste a hacer esto. A veces tendrás que arrastrarte por tareas tediosas pero necesarias para llegar a fin de mes. Y de todas se puede aprender algo. A mí me encanta mi trabajo y, aunque quizá no sea la pasión de mi vida, mejorar y ampliar mi conocimiento sobre él me apasiona.

Sucede algo curioso con el conocimiento: cuanto más tienes, más te parece que no tienes suficiente. La ignorancia es atrevida por esa razón. Se ignora a sí misma. Así que cuando dudes, cuando cuestiones tu sabiduría, cuando temas ser un impostor, quizá sea precisamente este el momento de darle la vuelta a la tortilla. Quizá sentirte de esta forma es la señal de que ya eres un experto. Quizá ya puedas considerarte diseñador. Aunque seas músico.

Publicado el 18 de febrero de 2020

Hola, me llamo Rodrigo y trabajo como diseñador y desarrollador web freelance. Si quieres conocerme mejor puedes darte una vuelta por mi web. Si quieres seguir leyéndome, este es mi blog.

Deja un comentario